El vaso medio lleno

Aunque algunas personas se convierten esencialmente en seres asustados y dependientes como consecuencia de su enfermedad, otros adoptan una actitud más positiva, tratando de hallar una comprensión más profunda acerca de la naturaleza y el significado de su situación. También consideran qué pueden hacer por ellos mismos, en términos de cambios en su forma de vida o actitudes mentales, a fin tanto de ayudarse a sí mismos a mejorar como para mantener su calidad de vida.

Se desarrolla una actitud positiva de cara a la autoayuda y aumenta el control personal, con un enfoque sobre la curación más amplio que la mera dependencia de tratamientos físicos. Por lo general, esas personas excepcionales consideran que un enfoque holístico de la curación se ocupa de las causas psicológicas, emocionales, ambientales o espirituales que encuentran en la raíz de la enfermedad.

La curación puede considerarse como el logro de bienestar espiritual en el que experimento paz interior, independientemente de la condición física. Al modificar el énfasis puesto en el control de la enfermedad para pasar a potenciar el conocimiento personal, puedo concebir la curación como un estado de autorrealización y renovación de la espiritualidad.

La enfermedad puede entonces considerarse como un estímulo para el crecimiento personal, un proceso de limpieza de mi vida interior. De este modo, puedo adoptar una actitud determinada, de esperanza en la remisión, sin depender de que su resultado altere la paz mental.

Prefacio al libro: Avanzar. Senderos hacia el crecimiento personal
Ed. Brahma Kumaris
Margaret Pinkerton

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