Conciliarse con uno mismo

Muchos temen el desapego porque se interpreta que implica alejarse de todo y de todos o convertirse en un ermitaño.

Otros piensan que es un estado completamente carente de emoción, una frialdad que ignora las necesidades ajenas.

Desde el punto de vista espiritual, el verdadero sentido del desapego se corresponde con el de alguien que es un observador capaz de entender y reaccionar con amor incondicional en cualquier situación.

El desapego es una cualidad completamente esencial para mantenerse en un estado de paz ya que el apego es la madre de la preocupación, el gran responsable de la pérdida de la paz.

Debemos desapegarnos para poder amar las escenas de la obra de la vida y a los demás, sin que nos influyan de forma negativa sus defectos ni nos impresionen sus virtudes.

En vez de lamentarnos del mundo, de los demás y de nuestra propia naturaleza, debemos tener el desprendimiento suficiente para conciliarnos con nosotros mismos.

Extracto del libro:
La paz comienza contigo.
Ejercicios de paz para enfrentar las crisis
Ed. Brahma Kumaris
Ken O’Donnell

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