Mensajes
marzo de 2011
Mis queridos hermanos y hermanas,
Los elementos de la naturaleza nos han demostrado de nuevo lo poderosos y destructivos que pueden ser a pesar de nuestro conocimiento científico y nuestros avances. No necesitamos mayores pruebas de la supremacía de las fuerzas de la naturaleza. Esto nos da una lección de humildad y nos devuelve a nuestras raíces espirituales, la esencia de nuestro ser, y el manantial de donde todo fluye.
Mi compasión más profunda se dirige a todos los afectados por este terremoto. Agarrad firmemente la mano de Dios y dejad que Él sea vuestro guía en estos tiempos oscuros. No es fácil afrontar la pérdida de seres queridos, sin embargo el conocimiento de que el alma es eterna nos conforta y sabemos que los que se han ido están realmente en las manos de Dios.
Y en cuanto a la familia global, es imperativo que dediquemos un tiempo diario para distribuir luz y fortaleza a nuestros hermanos y hermanas compañeros de viaje y a nuestro precioso planeta, la Madre Tierra. Ella nos ha dado sus abundancias y estamos en deuda con ella. No podemos continuar sólo tomando; necesitamos devolverle algo.
La Madre Tierra nos está pidiendo el regalo de la paz: paz en nuestras relaciones personales, paz entre las naciones, paz con nuestros limitados recursos y paz con Dios. Con cada gota de paz que creamos, estamos creando una reserva de reconciliación: con nosotros mismos, con el mundo, con nuestros compañeros de viaje y con la naturaleza.
Es muy importante que no nos enganchemos en una telaraña de preguntas de por qué, qué y cómo — esta confusión no permitirá ni estabilidad interna ni calma. En vez de ello, necesitamos tomar responsabilidad sobre nuestras vidas y construir la fuerza interna, de tal forma que podamos enfrentarnos a los muchos retos que tenemos enfrente.
Nuestros centros en todo el mundo han intensificado sus meditaciones y un número mayor de yoguis están meditando para extender las vibraciones del yoga al mundo. Por favor únete a nosotros.
Con luz y amor, y en el recuerdo de Dios,
BK Janki
enero de 2011
Queridos amigos,
El nuevo año, 1/1/11, comienza de manera muy significativa, con cuatro unos.
Espiritualmente hablando, el 'uno' es un número muy auspicioso. Entendiendo el significado de estos cuatro 'unos', podemos hacer que sucedan milagros y transformar lo imposible en posible.
1 - Un solo Dios es el Padre de todas las almas
1 - Yo, el alma, soy un ser especial y único
1 - El mundo es una sola familia humana en la forma de un árbol con muchas ramas, todos los miembros de la familia de este árbol pertenecen a su Única Semilla.
1 - Es un minuto para la medianoche en el reloj del mundo; es decir, el tiempo me está diciendo lo que debo hacer ahora.
Unanimidad es la base de la unidad. La unidad aprecia la belleza de la variedad de colores, credos, culturas, religiones y lenguas. La unidad conecta las facetas de la diversidad y termina con todas las formas de discriminación. Donde las cuatro virtudes unificadoras de felicidad, honestidad, verdad y amor existen y se unen, incluso a medida que exploramos nuestras diferencias, expresamos nuestra diversidad, el intercambio de nuestras especialidades es único.
Me pregunto a mí misma: ¿estas cuatro virtudes - felicidad, honestidad, verdad y amor - determinan mi vida?
Dios nos hace tan hermosos que nos llena con Sus virtudes y nos recuerda que estas son nuestras virtudes originales, aquellas que hemos olvidado con el tiempo. El corazón desea recordar estas virtudes, para que cualquier debilidad sea eliminada. El corazón sabe que cuando los sentimientos puros, inherentes a tales virtudes son compartidos, otros se sienten inspirados a ser virtuosos.
En este nuevo año, vamos a saludarnos unos a otros con sentimientos puros y buenos deseos llenos de estas cuatro virtudes unificadoras. Vamos a decir adiós para siempre a cualquier debilidad que queda en el ser.
Enhorabuena, felicidades, felicidades, felicidades – con cada felicitación, recuerda los cuatro 'unos', fortalece las cuatro virtudes, y que cuatro nuevas formas de ser determinen tu vida en el Año Nuevo.
Con amor
Dadi Janki
diciembre de 2010
El martes por la mañana hubo una asamblea de líderes religiosos y espirituales específicamente de la India titulado "Convocatoria de Líderes espirituales hindúes". En medio de numerosos gurús, Dadi compartió el tema "La curación del alma de la humanidad". Dadi comenzó destacando que ahora es el momento del Mahabharata, y que tenemos que preguntarnos a nosotros mismos las siguientes tres preguntas: ¿Quién soy yo? ¿A quién pertenezco? ¿Cuál es la calidad de las acciones que estoy a punto de realizar? Dadi dijo que el mayor factor de creación de divisiones en el mundo es el Ego, y dijo que es hora de que vayamos más allá de la arrogancia del "yo" y volver a conectar con nuestra identidad espiritual como hijos de Dios. A través de este entendimiento nos reuniremos con el amor y encontraremos la manera de cooperar entre nosotros. Las almas presentes se sintieron profundamente conmovidas por el sincero mensaje de Dadi.